Ya que este blog es el de las cosas computacionales no puedo dejar de mencionar un importante cambio que me ha acontecido. Hasta mediados de la semana recién pasada yo era la orgullosa dueña de un monitor Viewsonic de 21 pulgadas de las G8 Series, era verdaderamente grande, parecía una tele, lo que hacía que ocupara una cantidad enorme de espacio y claramente era muy pesado. De todos modos yo lo amé porque con él abrí los ojos, ojos que el monitor Daewoo típico de cibercafé pobre me tenía cerrados. Con mi Viewsonic que en un principio miré a huevo descubrí que el logo de Soulseek era un ave y no una figura abstracta súper loca, lo mismo con el .ico de Tazatriste. También me fijé en las miles de pifias que tenían varias de las imágenes que había realizado.
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Pero lo que más amaba de mi antiguo monitor era su resolución de 1600 por 1200, en serio me da pena recordarla. Sin duda la mejor experiencia que haya tenido con monitor alguno, las páginas web se veían fabulosas, me enorgullecía tanto de Eldominio o de mis blogs, las búsquedas en Google no me hacían arrastrar hasta el cansancio el scroll, para qué decir la búsqueda de imágenes donde se aparecían todas ampliamente. Con los programas era otra maravilla, editar video, imágenes o usar Anime Studio me resultaba cómodo, tenía todo el espacio que pudiera querer. También mi Winamp quedaba en un lugar privilegiado sin lucir estrecho con todas las extensiones que le pongo. Y cómo olvidar tantas películas que vi en mi viejo Viewsonic, filmes que me hicieron apreciar por primera vez en mi vida el formato .avi.
Mi monitor costó 15 lucas reacondicionado, fue una ganga y por lo mismo era inevitable que llegaría el momento en que tendría que partir. El pasado miércoles sería la última vez que lo vería con vida, menos mal no estaba sola y pude compartir mi pena. Con mi querido Franco bajábamos Charlie Feathers cuando la pantalla comenzó a parpadear, sonó extraño y ante nuestros ojos se apagó para nunca más volver.
Fueron tres días de luto.
Y hoy domingo 2 de septiembre llegó el reemplazo. Un reemplazo henchido de modernidad y sofisticación. Mi padre me trajo un monitor LCD Flatron LG de 17 pulgadas. Ante estos monitores uno sólo se derrite, tienen una calidad de imagen excelente, un contraste de 2000 a 1 , lejos de los 700 a 1 que tenía mi antiguo monitor. Claro que esa resolución de 1600 por 1200 se fue con el Viewsonic, con éste sólo puedo acceder a 1280 por 1024. Cuánto lamento no haber llenado carpetas y carpetas con los bellos screenshots que podía sacar. Me está costando acostumbrarme a eso porque es lo que más me duele pero creo que lo superaré, las ventajas del ahorro de espacio y la calidad de la imagen bastan para que mi experiencia frente a mi amado computador sea tan linda como siempre.
domingo, 2 de septiembre de 2007
Algo Cambió
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1 comentario:
eres como una loca
yo puedo parecer un vagabundo pero tu eres como una loca
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